Hace ya algunos años, cuando empezábamos a mocearnos y a tomar nuestras primeras copas, éramos muy pocos en la pandilla los que bebíamos el «Gintonic» ,casi todos se daban al  «larioscola»,al whisky y alguno al ron, siempre quedaba el típico que le daba al licor 43 con chocolate (pero de éste ni hablamos).

Siguieron pasando los años y el gusto por esta bebida aunmentó, fueron cambiando las marcas y atrás dejamos el Larios por otras como el Tanqueray o el Beefeater, pero ahí, en ese momento, es cuando se empezó a vislumbrar que la cosa cambiaría. Ya empezaba alguno a cambiarse a la Bombay Sapphire y esas cosas azules, durante algún tiempo, ahí se quedó la cosa.

Ahora casi a los 40,  da vergüenza pedir un Gin-tonic, vas a una fiesta y te pegas por coger la última tónica que queda, hasta el portero bebe ya esto. La moda se ha puesto de moda, y ahora vas a cualquier bar, pides tu cubata y el camarero saca el maletín de los instrumentos, la caja de las especias, y media hora después te da un GINTONIC. Una explosión de colores, formas y olores… que, queda precioso. Eso sí, sabe a cualquier cosa menos a esos antiguos cubatas que nos tomábamos hace años.

adornos-gintonic

Escuché hace tiempo, que lo último era cambiar el limón por el pepino, que era más “in”, luego llegó el cardamomo, los cilantros, la canela, thai, anís, corteza de naranja deshidratada, frambuesa, y miedo me da saber qué será lo último, aunque algunos aún pidamos el Gin-tonic en vaso de tubo y solo con Schweppes.

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